Evaluación y tratamiento psicológico del niño y orientación familiar
Las dificultades en la conducta hacen referencia aquellos problemas que interfieren en el desarrollo del niño y en el medio en que se desenvuelve. En estos casos la intervención psicológica se realizacon el niño y con la familia, orientando y asesorando a los padres sobre el manejo eficaz de las conductas del niño.
Cuando los miedos infantiles dejan de ser transitorios podemos empezar a hablar de fobias. Las fobias son miedos extremos, irracionales e incontrolables, que en la mayoría de los casos necesitan ser tratados porque afectan a la vida familiar y del niño.
La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos a partir de las experiencias y sensaciones. De este concepto dependen muchos de los logros de nuestra vida. Las personas con una autoestima baja no se sienten capaces de tomar decisiones de manera correcta ni de enfrentarse a situaciones complicadas. El fracaso escolar, las dificultades en habilidades sociales, o los problemas de conducta pueden tener su base en problemas de autoestima.
La impulsividad en muchos niños se manifiesta con una intensidad extrema, condicionando su conducta y la de los demás. La impulsividad puede venir acompañada de hiperactividad o déficit de atención, lo que hace que puedan existir comportamientos disruptivos, problemas de aprendizaje, etc. Un diagnóstico precoz es fundamental para que el tratamiento sea eficaz y poder evitar así dificultades de conducta en el futuro adolescente.
En ocasiones las familias se encuentran en una situación tan extrema en las que no son capaces de solucionar los problemas que se les presentan, en este caso la figura del mediador es importante porque les ayuda a decidir con calma en un ambiente distinto al familiar.La mediación familiar es especialmente cuidadosa cuando se trata de niños y/o adolescentes.
La ansiedad en una sensación muy común que en ocasiones experimentamos todos. A menudo utilizamos expresiones como estar muy inquieto o estar muy tenso para describir esta sensación. Los niveles normales o moderados de ansiedad pueden ser beneficiosos porque aumentan nuestro estado de alerta. Sin embargo la ansiedad puede surgir de circunstancias reales o imaginarias. Por ejemplo, un estudiante puede sentirse ansioso sobre el rendimiento en un examen (real) o puede estar demasiado preocupado de decir algo incorrecto y ser ridiculizado (imaginaria). Cuando los niveles de ansiedad son altos, necesitamos herramientas para poder controlarla.
Se llama adicción a una tecnología cuando su uso interfiere en la vida normal, generando un estado de ansiedad permanente cuando no podemos acceder a ella. La adicción produce un deterioro en las relaciones sociales, un menor rendimiento académico, ansiedad, irritabilidad, e incluso malestar físico.
Los celos son un estado afectivo caracterizado por el miedo que tiene el niño a que disminuya el sentimiento de cariño hacia él. Son importantes las orientaciones familiares sobre el origen y la manera de actuar hacia ellos. En general las pautas para los padres y el trabajo familiar dan buenos resultados a la hora de tratar la conducta de celotipica en niños.
Las situaciones de duelo son especiales en la infancia, ya que los adultos a menudo no sabemos reaccionar ante ellas. Es importante que un profesional de duelo sea capaz de explicarle al niño que sensaciones está experimentando, siempre con información adecuada a su edad, y ayudar a la familia en la explicación de esta situación.
La tardanza a la hora de conciliar el sueño, los terrores nocturnos, la enuresis, y/o los trastornos de la conducta alimentaria, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes son patologías que en los que la intervención psicológica es muy fundamental para su solución.